Nueva adicción: el crochet

Hace poco más de un mes descubrí esta nueva forma de expresión: el crochet. Siempre me había dado mucha curiosidad esa técnica, pero estaba muy acostumbrada a tejer con dos agujas y ese era un lugar seguro del cual no me quería mover. Sin embargo, después de ver varios diseños en distintos blogs y páginas web, y de ver las cosas hermosas que hacen distintas compañeras de trabajo, decidí tomar clases con una profesora en La Holandesa de Palermo. 
Cuando llegué para tomar mi primera clase, la dueña del local me dijo que me iba a ir con una bufanda hecha por mí. Me pareció exagerado de su parte ya que me consideraba una persona nula para el crochet. Fue ella quien me dijo "sacate esa idea de la cabeza". ¡Yo estaba completamente equivocada! 
En esa primera clase, aprendí lo básico, hacer una hilera de cadenitas y tejer dos puntos: medio punto y vareta. Los primeros puntos salieron medio feos, pero ese fue el comienzo del aprendizaje. 
Mi primer tejido tuvo varios errores que eran muy visibles y hacía que quedara fea la bufanda. Entonces a los pocos días de haber empezado, decidí deshacerla, por completo. Quedó hermosa  y es muy abrigada para estos días de frío.
¡Estoy fascinada con todo lo que se puede hacer! Hoy en día puedo confirmar que, salvo necesidad, no vuelvo a tejer con dos agujas. Como por mi trabajo tengo que trasladarme en colectivo o en subte, ni bien encuentro un lugar para sentarme, saco mi bolsita y mi aguja, y mi viaje se hace mucho más llevadero y placentero. Casi todas las cosas que hice las tejí y las destejí varias veces antes de llegar a la versión final, y eso me permitió ir perfeccionando los puntos que fui aprendiendo. 
En breve, voy a subir las fotos de lo que fui tejiendo con la explicación. 

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